Puede ser que el titular de la noticia nos lleve a engaño y sea necesario explicar su sentido. En la limpieza, no muy habitual, del armario de uno de nuestros socios y debajo de un montón de ropa de uso habitual apareció un conjunto de reliquias o una parte de la historia del club impresa en camisetas. En concreto salieron a la luz las camisetas con las que el club obsequiaba a los participantes del torneo de kayak polo que organizaba todos los años.
Esta competición comenzó como una exhibición de la nueva modalidad del piragüismo. La disputaban equipos madrileños formados de manera espontanea en la dársena del puente de Segovia coincidiendo con el Descenso Popular del Manzanares. Este descenso invitaba a los madrileños a bajar el tramo del río desde el puente del Rey al de Segovia en embarcaciones de turismo. En mitad del recorrido se superaba una de las presas que hasta hace poco retenían las aguas para darle al río aspecto de gran curso fluvial a lo que es no mas que un arroyo. Sobre la presa se construía una rampa que aceleraba el tranquilo discurrir de las aguas del Manzanares y hacia las delicias de los participantes. Este evento se convirtió en un clásico de las fiestas patronales de San Isidro pero desapareció cuando las dificultades superaron a las facilidades. Eran finales de los 80, el club era pequeño y al frente estaba Luis Ruiz ideólogo y motor de estos proyectos. De aquellas iniciativas prendió en los socios la organización de un evento de kayak polo vinculado a una nueva sección de competición. Con el patrocinio del Ayuntamiento de Madrid en el año 1991 iniciamos el Torneo Nacional de Kayak Polo San Isidro que rápidamente evolucionó a Internacional Villa de Madrid. La primera edición se organizó en la dársena izquierda del Puente de Segovia con porterías colgadas de cuerdas atadas en la baranda de piedra del puente y los árboles de enfrente. En el jurásico del kayak polo estaban en el agua Helen Olagüe, Pepe Sánchez, David, Willy, Román, Luis Ruiz o Javi Gómez. Pronto se incorporarían Fernando Herrero, Bernardo Sánchez (Ferni y Berni) y los hermanos Cervantes (Sergio y Antonio) y los Beltran
Una vez mas las grandes obras marcaran el devenir del club y al poco de arrancar con el torneo las necesidades de reparar un gran colector convierten nuestro tramo del Manzanares en un campo de batalla. Esta circunstancia nos obliga a desplazar la sede del torneo al Lago de la Casa de Campo, a la raqueta de donde ya no se moverá. Lo que parecía un perjuicio dio la oportunidad de tener los campos de kayak polo de manera permanente junto a la sede del club y facilitar los entrenamientos. La sección de KP del Madrileño Ciencias comienza su despegue con la incorporación de muchos palistas, hombres y mujeres, y los resultados deportivos se disparan. Las primeras jugadoras que se unieron a Helen fueron Elena Montenegro, Concha, Eva Venero, Eva Moreno, Silvia Galasso y Ana Castilla.
Mientras los kayak poleros entrenaban en la raqueta daban vueltas al resto del Lago los pisteros de aquellos años. A David Losada, Guadalupe Moreno, Pablo García o Daniel Alonso os los podéis cruzar en Aranjuez paleando con sus hijos. Para ver a Rafa y Andres del Riego, Tomás Cuadrado, Javi Vigo, Perucho, Ana Ubeda , Isabel o Elvira Menor hay que alejarse mas de la orilla.
A medida que se descubran mas camisetas, álbum o “disquetes” en limpiezas de armarios que nos ilustren otras épocas del club los sacaremos a la luz.
Buenos recuerdos guardo de aquella época y cuánto la echo de menos !
E incluso las camisetas de las diferentes ediciones del Descenso del Manzanares.
Lástima que no haya ningún club de pista en mi ciudad de adopción…
Un abrazo desde Occitania.
Soy Isa, Javi, ¿me recuerdas? Completamente de acuerdo, que época. Cuantos viajes y risas… Aquel hielo en el lago cada mañana de invierno, rompiéndolo con la proa, la Lucrecia…